Por: Miguel Ángel Martínez.
Los denunciantes
señalaron que Niño Torres incurrió en diversas anomalías en su gestión, “la más
grave de todas era la venta de espacios asignados gratuitamente por la alcaldía
para las exposiciones en el centro de la ciudad o fuera de la localidad. Pedía
hasta en mil 500 pesos”.
Además de la no rendición
de cuentas, ni de las cooperaciones de 350 pesos que requería a los 22
artesanos que cuentan con locales dentro de la plaza, nulas mejoras al edificio
público y gestión fraudulenta.
Los quejosos dijeron
que saben que la alcaldía (actual administradora del espacio), desconoció la
figura de Niño Torres desde hace más de tres semanas, en un intento por
recuperar el inmueble, “no obstante se sigue ostentando como mandamás en la
plaza”.
En ese sentido los
disidentes refirieron que si la artesana se niega a dejar el poder es porque
hay algo muy grande de por medio, “quizá un interés económico o bien algo más,
no quiere que descubran todos los fraudes que hizo durante su periodo de
administración”.
Narraron una serie de problemáticas
propiciadas por la ex dirigente en el tiempo que tuvo la representatividad de
la plaza, entre los cuales se encuentra que nunca los convocó a una asamblea,
riñas entre locatarios, cuentas poco claras sobre los ingresos de la plaza,
entre otros.
Se quejaron de que no
fueron invitados a la asamblea general de mayo, en que supuestamente se
reeligió la lideresa por un periodo de dos años más, “no nos invitó, nos
preguntamos quién la reeligió si nada más invitó a sus cinco o seis
seguidores”, finalizaron.
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