Por: Miguel Ángel Martínez.
Tula. Pilar Laguna García, comerciante ambulante
transitoria de 70 años, originaria de Xochitlán de las Flores, denunció a este
medio haber recibido presuntas agresiones físicas y verbales, por parte del
inspector de Reglamentos Joel Paulín Reyes.
La
afectada, señaló que los hechos ocurrieron el pasado viernes, cuando se
encontraba pelando nopales en la céntrica avenida Ignacio Zaragoza, cuando fue
intervenida de manera prepotente por el funcionario, quien con amenazas y
groserías le dijo que “le llegara”.
La
ambulante le respondió que le diera oportunidad de acabar de pelar sus nopales,
cosa que no comprendió Paulín Reyes, por lo que trató de quitarle su mercancía
a manotazos y minutos después se presentó en el lugar con un policía, para que
detuviera a la comerciante.
Sin
embargo, tal acción se vio impedida, por la intervención de un grupo de
personas, quienes defendieron a Pilar Laguna, cuestionando a los servidores
públicos cuál era el motivo de la detención, así como los cargos que se le
imputaban para llevársela presa.
Y
al no poder argumentar otra cosa que el ambulantaje está prohibido, el
inspector decidió desistir, ordenando al policía que se retirara.
La
afectada, solicitó a las autoridades municipales que la dejen trabajar, ya que
la venta informal es su única fuente de ingresos, que se mantiene sola, porque
acaba de enviudar y que tiene una hija enferma, “y si no trabajo, no tengo para
comprar las medicinas”.
Cuestionado
al respecto, el titular de Reglamentos, Adolfo Álvarez Templos, informó que
esta no es la primera queja que se recibe contra Joel Paulín, pero que pese a
ello, la decisión de removerlo del cargo está en manos de la Contraloría
municipal.
“Misma
que ya está recabando las pruebas para dar de baja al inspector del que tanto
se quejan la gente, por lo que pronto habrá noticias de esa cuestión”, finalizó
el directivo.
Por
separado, la denunciante dio a conocer que cuando el alcalde Jaime Allende,
prometió que le ayudaría con los gastos de las medicinas de su recién fallecido
esposo, y de su hija, pero que hasta el momento nadie se ha acercado a ella
para cumplir ese compromiso.
En este sentido, reiteró la solicitud a las
autoridades de que si no le ayudan en ninguna forma, por lo menos que la dejen
trabajar en paz, al referir que no es la primera vez que recibe amenazas por
parte de los inspectores de Reglamentos.
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