Por: Miguel Ángel Martínez. Tula. Mediante la fuerza pública y con lujo de prepotencia, inspectores de Reglamentos, el pasado miércoles realizaron un decomiso de mercancía a una ambulante que vendía frituras a las afueras de la primaria Venustiano Carranza del centro de esta ciudad.
Los
funcionarios, quienes se identificaron como Manuel y Silverio, dijeron
que la incautación de los productos, obedece a una recomendación por parte de
la Secretaría de Salud (SSH), ante la reciente ola de casos de cólera en la
entidad.
Así también refirieron que la persona a la que se
confiscó la mercancía ya había sido previamente
notificada de que debía
retirarse de las calles, pero que esta hizo caso omiso, por lo que procedieron
a “levantarla”.
Sin embargo, en breve entrevista, la afectada
aseguró que no hubo tal aviso, e incluso el pasado martes pagó su permiso de
venta en la alcaldía, de la misma forma que tiene permiso de Salubridad, “por
lo que no se explica por qué le quitaban su mercancía”.
Testigos
presenciales de los hechos, (entre ellos otros ambulantes), dijeron que el
accionar de los inspectores de reglamentos fue personal, que ya iban sobre la
ambulante que sufrió el decomiso de su mercancía, por rencillas anteriores a
este hecho.
En tanto que otros ciudadanos pidieron a las
autoridades locales ser parejos y no realizar decomisos de manera discrecional,
“si se retira a uno que el asunto sea parejo, que es eso de que a quiten se
mocha con su mordida lo dejen seguir trabajando y a quien no lo retiran”.
Por último, que la afectada, comentó tener necesidad
de trabajar, pues tiene a uno de sus familiares enfermos y es viuda, entonces,
pidió al gobierno municipal, que si no la dejan trabajar en las calles que le
brinden otra posibilidad de empleo.
Cabe resaltar
que al subir el triciclo decomisado a la camioneta de Reglamentos y
Espectáculos varios de los productos que vendía la comerciante se rompieron.
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