Tula.
Los mayores
responsables de acabar con la riqueza de la zona arqueológica del Xhingú, son
los pobladores de las franjas aledañas al lugar situado en Atitalaquia, ya que
por el uso agrícola que le dieron a la tierra y el constante saqueo
acabaron con este sitio teotihuacano.
Así lo afirmó
Fernando Getino Granados, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH), asignado por la dependencia para realizar el salvamento
arqueológico del sitio, luego de quedar ubicado en el polígono de la refinería
Bicentenario.
En su ponencia “Evaluación de las investigaciones en Xhingú”, realizada la semana pasada
en la zona arqueológica Tula, reafirmó que el ingreso de maquinaria agrícola
(tractores), visto en los últimos diez años destruyó la riqueza arqueológica
que existió en el lugar.
En ese sentido sostuvo que el número de montículos
registrados como edificios durante las primeras investigaciones del lugar,
(allá por los años 80’s), hayan disminuido drásticamente durante la última
década, “ahora sólo quedan unos 30 montículos que pudimos rescatar”.
El arqueólogo
descartó que Pemex tenga responsabilidad por la destrucción del Xhingú, a raíz
del proyecto de la Bicentenario, “por el contrario, si la paraestatal no
hubiese bardeado el sitio, los vestigios habrían estado condenados a
desaparecer por la actividad agrícola”.
Además de ello,
indicó “otro factor importante para el anunciado antes pronunciado, sería el
enorme saqueo que se realizó al sitio”, y afirmó que algunas piezas de enorme
valor, incluso, están en poder de pobladores de comunidades como El Dendho de
Atitalaquia.
Por último,
sostuvo que serán las autoridades competentes las que definirán (de no construirse
la refinería Bicentenario), si el Xhingú, puede erigirse como una zona
arqueológica de gran importancia o si sólo se conserva resguardada con el
rescate actual.
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