Por: Miguel Ángel Martínez.
Tula. La cifra de turistas que
visitaron ayer la zona arqueológica Tula, fue mucho menor al afluente de años
pasados, en que de acuerdo a reportes oficiales rebasó la cifra de 6 mil; en
esta ocasión para el medio día eran cerca de 500 paseantes los registrados en
recepción.
De
acuerdo al administrador del recinto prehispánico, Mauricio Octavio Antillón
Ocampo, la pobre visita obedeció a tres factores: no ser un día feriado en el
calendario, que el equinoccio de primavera no “calló” en fin de semana y que se
cobró la admisión.
El
funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), estimó
que el mayor afluente se tendrá durante el fin de semana, en el que la
expectativa es rebasar por lo menos cuatro mil visitantes, y en ese sentido
hizo las siguientes recomendaciones:
No
visitar el espacio con mascotas, no ingresar a la zona arqueológica con bebidas
alcohólicas, protegerse del sol, ya en el complejo no abandonar las rutas
trazadas ante la peligrosidad que representa la fauna nociva del lugar, además
de no introducir alimentos.
Por
tercer año consecutivo las figuras de los Atlantes fueron resguardas con una delimitación
de cinta para que los turistas no las tocaran y así evitar su desgaste
paulatino.
La
tendencia mundial para preservar los monumentos antiguos es resguardarlos de
los visitantes, para ejemplo en México están las pirámides del Sol y la Luna en
Teotihuacán, donde ya no se permite que el público suba a la cúspide, sólo a
las faldas de las estructuras.
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