Por: Miguel Ángel Martínez.
Tula. Preocupación e incertidumbre por la seguridad de sus familias ante la inminente construcción de una gasolinera, externaron ayer en la sala de cabildos vecinos de la avenida Lázaro Cárdenas en la colonia Jalpa, (avecindados en las cercanías a conocida funeraria).
E
indicó que de lo único que se le dio permiso al particular fue de talar los
árboles que había anteriormente en el lugar, pero que tal autorización no fue
proporcionada por el área que encabeza sino por la dirección de Ecología.
Tula. Preocupación e incertidumbre por la seguridad de sus familias ante la inminente construcción de una gasolinera, externaron ayer en la sala de cabildos vecinos de la avenida Lázaro Cárdenas en la colonia Jalpa, (avecindados en las cercanías a conocida funeraria).
Encabezados
por el delegado de la localidad, Juan Barrera Estrada, se presentaron en la alcaldía
a fin de que se les dijera qué construcción se realizará en el sitio, “tenemos
la incertidumbre de que pudiera ser algo perjudicial para la comunidad”,
dijeron los afectados.
Al
respecto, el director de Obras, Carlos García Gonzaga, quien atendió a los
quejosos en ausencia del edil Jaime Allende, dijo que la alcaldía no ha recibido
documentación en que el dueño del predio en cuestión le informe a la
presidencia qué construcción va a edificar.
E
indicó que de lo único que se le dio permiso al particular fue de talar los
árboles que había anteriormente en el lugar, pero que tal autorización no fue
proporcionada por el área que encabeza sino por la dirección de Ecología.
No
obstante, aseveró que de confirmarse que se construirá una gasolinera o algún
otro negocio que ponga en riesgo la integridad de la ciudadanía, su área negará
el permiso por no cumplir los requisitos de seguridad para instalar un inmueble
de este tipo.
“Se
les negará la autorización porque el área en que se ubica el terreno no es apto
para una construcción de estas características, en sus inmediaciones hay varios
negocios a los que resultaría peligroso un inmueble así, como restaurantes,
escuelas, y una funeraria”, finalizó.
Los
vecinos aprovecharon para exponer ante la autoridad otra serie de anomalías que
persisten en la colonia, como la existencia de un negocio que pone música a
alto volumen y el cual se mantiene abierto hasta altas horas de la madrugada.
Por
separado vecinos de la avenida Justo Sierra casi esquina con Ignacio Ramírez,
denunciaron que recientemente un empresario inició una construcción en un colegio
particular, que causaron daños estructurales en sus viviendas por las
dimensiones de la obra.
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